Juan Bonilla Gago, escritor español ganador del Premio Biblioteca Breve en 2003 y del I Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa en 2014, publicó en el 2013 la novela Prohibido entrar sin pantalones, que tiene como protagonista al poeta futurista ruso Vladímir Maiakovski.
Vladimir Mayakovsky o Maiakovski (Bagdadi, Georgia, 1893 - Moscú, 1930):fue un poeta y dramaturgo revolucionario ruso y una de las figuras más relevantes de la poesía rusa de comienzos del siglo XX. Fue iniciador del futurismo ruso, y publicó en 1912, junto con David Burliuk y Velimir Jlébnikov, su manifiesto La bofetada al gusto del público. Maiakovski se suicidó de un disparo en el corazón el 14 de abril de 1930 sin que se hayan podido dilucidar, con claridad, las causas de esa determinación.
El sueño de Maiakovski
Maiakovski soñaba con el día que la poesía
se imprimiese en las paredes de la gran ciudad.
Grandes letras borrachas enunciando verdades como puños,
puñetazos de verdad exaltando a transeúntes dormidos;
poniendo una coraza a los mendigos,
a los enamorados, susurrándoles lo que sentían sin saber decirlo,
ofreciéndole aliento a los enfermos,
golpes de luz solar en el cerebro nocturno de los ciegos,
boca a boca que salva a una bañista rescatada de las aguas del tedio.
La poesía es útil soñaba Maiakovski.
Y luego se apuntó en la sien,
y por un agujero del bolsillo se derramó el minuto que quedaba.
Y esto es lo que queda de aquel sueño,
versos fundamentales de esta época gritando en las paredes:
La chispa de la vida,
Just do it,
Impossible is nothing
¿Te gusta conducir?
Hay cosas que el dinero no puede comprar.
En su poema «Sueño de Maikovski», que se divide entre el pasado (lo que pensaba y soñaba este poeta) y el presente (lo que ha ocurrido). Lo importante que tenemos que señalar del poema es que da un giro en el tema: presenta lo que quiere Maikovski como un ideal elevado, poético y útil de la poesía. Sin embargo, al señalar que su sueño se ha cumplido, aparece la idea de que esa poesía es en realidad la publicidad. Es la publicidad la que tiene «versos fundamentales de una época gritando en las paredes del ahora», con algunos tan reconocibles como «La chispa de la vida» o «Hay cosas que el dinero no puede comprar».
Tras el poema se esconde tal vez la idea de que la publicidad se ha apropiado de características de la poesía para vender mejor, que se enmascara en todos los ideales que quería Maiakovski aunque su naturaleza real no sea a veces ni verdadera ni útil
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